La fecunda historia de la capital andaluza, su poderío y relevancia pasados, han dejado sustratos en la ciudad que no escapan al mito, la leyenda y lo paranormal. Desde Doña María Coronel –resuenan hoy los acordes de Maese Pérez– hasta viejos solares de San Luis, la Diputación provincial o el castillo de San Jorge, la Sevilla oculta clama por combatir el lugar común de ciudad diáfana y desacomplejada. En este catálogo improvisado de espacios de poder, destaca la calle Laraña, considerada por los expertos como la «milla de oro» del mundo oculto hispalense.
El Panteón de Sevillanos Ilustres, en los sótanos de la Facultad de Bellas Artes y de la Iglesia de la Anunciación –antiguo enclave jesuita, tanto es así que la calle era conocida en el XVI como la de la Compañía–, cataliza la fama de espacio «poltergeist» más conocido del centro de Sevilla. Estudiosos de lo paranormal han contrastado con empleados de limpieza y bedeles la existencia de «ruidos» y fenómenos que añaden morbo a un recinto en el que se hallan lápidas en honor a Bécquer, Amador de los Ríos, José Gestoso, «Fernán Caballero» o Ponce de León. La visita al Panteón ha cobrado fuerza en los últimos tiempos gracias a su aura fantasmagórica. Desde luego, hay motivo para la sospecha.
Fuente: http://www.larazon.es - http://asusta2.com.ar/
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