Este fin de semana pasado ha sido un no parar en mi barrio,
El Porvenir, y me apetece mucho contaros todo lo que en él ha acontecido porque
yo lo he vivido intensamente y porque ha sido totalmente especial…
Por un lado ha habido deporte, en concreto la Copa Sevilla
de Tenis 2014 celebrada en el Real Club de Tenis Betis. Es el único torneo
internacional a nivel mundial que se celebra en albero amarillo, y el cuarto
mejor dotado económicamente de España. Se ha conseguido que este evento
deportivo se siga celebrando hasta el día de hoy, 83 años después de la
inauguración del Real Club Tenis Betis.
Tuve ocasión de asistir el viernes pasado a la semifinal
entre el favorito del torneo, Pablo Carreño, y el guipuzcoano Iñigo Cervantes,
una semifinal netamente española en la que el asturiano se impuso por un doble
6-4 disputando un partido sólido, y la verdad es que el ambiente que allí se
respiró fue inmejorable; el bar del club lleno, las gradas a rebosar, una
temperatura ideal, cubos de cervezas fresquitas mientras presenciabas el
partido…
La final de la 52º edición del ATP Challenger Copa Sevilla
Internacionales de Andalucía se disputó el sábado 13 de septiembre entre
Carreño, 74º del mundo, y el japonés afincado en Velncia, Daniel Taro, 172º del
mundo, en la que el español cumplió su papel de favorito y superó al japonés
por 6-4 y 6-1 en una hora y 23 minutos de juego, consumando su título de primer
cabeza de serie.
Los dos jugadores brindaron grandes puntos a los
aproximadamente 1.200 espectadores que abarrotaron las gradas de la pista
central del Real Club de Tenis Betis, lo que supone una cifra récord en el
campeonato, especialmente largos y espectaculares cuando se colocaban con su
revés, el mejor golpe de ambos.
El punto clave del primer set se dio en el 5-4 (40-40). Una
doble falta de Daniel le dio ventaja a Carreño, que no dudó en aprovechar y
poner así en el 6-4. El tenista asturiano permaneció en la misma dinámica el
primer set, al romper, no sin esfuerzo, el servicio del japonés en el primer
juego. En el tercer y sexto juegos volvió a hacer lo propio para poner el 6-1 decisivo.
Ya en la ceremonia de entrega de trofeos, Taro Daniel afirmó
en tono bromista que esperaba "no ver a Pablo más por un challenger en los
próximos meses, ya que es la séptima vez que me gana". Por su parte, el
flamante vencedor agradeció al Real Club de Tenis Betis sus esfuerzos por
organizar la Copa Sevilla: "No es fácil hacer un torneo de este nivel en
esta época. Gracias por darnos todo a los jugadores para que podamos hacer lo
que más nos gusta, que es jugar al tenis".
También intervinieron en el acto el alcalde de Sevilla, Juan
Ignacio Zoido, y el presidente del Real Club de Tenis Betis, Javier Aguirre. El
primero de ellos afirmó sentirse "orgulloso de que un torneo de tanto
nivel se celebre en Sevilla". Aguirre resaltó que "la Copa Sevilla es
una organización de 365 días al año que florece en septiembre".
Por otro lado, el cenit de los actos que la Hermandad de la
Paz ha llevado a cabo para conmemorar su 75 Aniversario de existencia tras su
creación al final de la guerra civil, tuvo lugar asimismo el sábado 13 de
septiembre, con la procesión extraordinaria de la virgen de la Paz en su paso
de palio y la solemne misa estacional en la Plaza de América presidida por el
Arzobispo Juan José Asenjo Pelegrina.
Las puertas de la Parroquia de San Sebastián se abrieron a
las 15:45 horas, y salió el palio a sus calles engalanadas del barrio con
colgaduras proclamando la grandeza de la Madre de Cristo, como se observa en la
foto más abajo, y colmado de frondosos árboles, para a continuación adentrarse
en el Parque de María Luisa, donde transitó por zonas inéditas del recorrido
habitual del Domingo de Ramos como por ejemplo el Monte Gururú y su cascada.
Eso sí, el mismo calor sofocante que normalmente acaece en
abril en Semana Santa, salvo que llueva, y las mismas cuadrillas de costaleros
con su indumentaria, y los mismos vecinos desde primeras horas de la mañana
ansiando verla salir y atestando la calle Rio de la Plata ponen de manifiesto
que para muchos la devoción descansa en verano; en contraste, las mujeres van
de mantilla pero sin duelo por la muerte de Jesús, es decir, con mantillas
blancas o crudas en lugar de negras, y los hermanos caminan con sus cirios a
cara descubierta, con traje y corbata en vez de capirote y antifaz.
Y ya sobre las 19 horas llegó el paso a la Plaza de América,
delante del Pabellón Mudéjar que soñó e hizo realidad Aníbal González,
convertido en Catedral para la ocasión donde se había montado el altar, rodeado
de alfombras rojas que cubrían todo el espacio y contrataban con el blanco del
palio, decorado de película con mayúsculas para la ocasión.
Una media hora más tarde comenzó la solemne eucaristía
estacional, con música a cargo del Grupo de Cámara Santa Cecilia, hora en la
que el sol comenzó a caer y a dar una tregua.
Una vez concluida la misa se integró de nuevo el cortejo
para la procesión de regreso, mientras el paso de la Stma. Virgen de la Paz
bajaba la enorme rampa del escenario de esta Plaza de América con las marchas
“Macarena” de Cebrián y “Virgen de Montserrat” de Pedro Morales, interpretadas
por la banda de música Santa Ana de Dos Hermanas, y también su paso por encima
de la alfombra de sal justo a la entrada de la verja del parque que da a Felipe
II.
Cuando la blanca e inmaculada Virgen entró de nuevo en el
barrio éste era un hervidero de gente. Ya lo fue a la ida, con multitud de
familias con niños, y no lo fue menos a la vuelta, cuando todo El Porvenir
sabía que Ella se quedaría en sus calles el tiempo que hiciese falta. Ahí fue
cuando esos 75 años de historia de esta cofradía cobraron su verdadera
dimensión, inmejorable lugar para esta efeméride.
Eran casi las 4 de la madrugada cuando la Virgen de la Paz
hizo su entrada en su parroquia, casi una hora y media más tarde de lo
previsto. El discurrir por las calles del barrio del Porvenir tuvo momentos muy
emotivos, como la visita a la joven y populosa parroquia de San Carlos
Borromeo. Pero, sobre todo, el paso por las calles Nuestro Padre Jesús de la
Victoria y Virgen de la Paz. Fue en la calle que lleva su nombre donde todo se
desbordó: sevillanas, lluvia de pétalos con los colores corporativos de la hermandad,
banderolas y lemas a la Virgen, las colgaduras cedidas por la Amargura... Una
vez ya en Río de la Plata, el palio se levantó a pulso a los sones de «Rocío»
y, de nuevo, una lluvia de pétalos. Luego, sonó hasta por tres veces la marcha
«Virgen de la Paz», mientras la Virgen daba la vuelta en el atrio de la
parroquia e incluso salía de nuevo a la calle a modo de despedida.
Así que, deporte por un lado, y cofradía en la calle
celebrando sus tres cuartos de siglo por otro, han hecho que el fin de semana que
ha pasado no haya tenido desperdicio en mi barrio…
WEBGRAFÍA:
SMYL©2014
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