El diccionario de la RAE nos ofrece
varias acepciones de la palabra “atarazana”: arsenal, cobertizo o recinto en
que trabajan los cordeleros o los fabricantes de márragas u otras telas de
estopa o cáñamo y lugar donde se guarda el vino en toneles. En todo caso se
trata de un lugar para almacenaje, trabajo y funciones militares.
Las Reales Atarazanas de Sevilla fueron levantadas después de que la ciudad fuese recuperada a los musulmanes en el año 1248 por el rey Fernando III de Castilla, cuando su hijo Alfonso X, El Sabio, decide en 1252 la edificación de unas Reales Atarazanas para la construcción de galeras en unos terrenos fuera del recinto amurallado y muy cerca del río, en la zona comprendida entre la Torre del Oro, la Torre de la Plata, y las Puertas del Carbón y del Aceite. Así reza en la lápida fundacional que aún se conserva en el Hospital de la Caridad.
El sentido de estos astilleros consistía en abastecer de galeras y bajeles a la Real Marina de Castilla, creada en Sevilla y que debía contrarrestar las frecuentes invasiones norteafricanas. Su uso y función como astilleros desaparece prácticamente durante el siglo XV ya que el mayor tamaño de los nuevos navíos imposibilita las faenas en la estructura original. A partir de ese momento y debido a su ubicación en el centro del Arenal, es decir, la zona portuaria, pasa a tener un papel muy heterogéneo. Bajo sus imponentes pilares y arcadas mudéjares, se concilian diversas funciones como almacén de pertrechos para las flotas de Indias, pescaderías municipales, lonjas de mercaderes, depósitos de azogue, maderas, cinabrio, a lo que se añadían algunos muladares que competían con los del exterior del Arenal. A finales del XVI, algunas de sus naves pasan a ser dependencias de la Aduana.
También en este período se asientan las primeras dependencias artilleras para el abastecimiento de las tropas que controlaban los intereses de Felipe II en Portugal. A principios del XVII, se reutilizan cinco de sus naves para la creación del Hospital de la Santa Caridad, lugar que acogió a la hermandad del mismo nombre y que se encargaba de recoger los cadáveres de ahogados y ajusticiados en Sevilla. Ya en el siglo XVIII, y bajo el reinado de Carlos III se consolida su función militar pasando a ser sede de la Real Maestranza de Artillería, con talleres de forja, herrerías, depósitos de carruajes y demás pertrechos que debían abastecer a toda Andalucía, Extremadura y la América española.
De esa época responde la ampliación frontal sobre la antigua fachada medieval, con un cuerpo perpendicular neoclásico cuya primera planta se destina a cuerpo de armas. Finalmente, ya durante el franquismo, se le amputan otras cinco naves para ubicar el actual edificio de Hacienda, con lo que, definitivamente, el edificio monumental queda con sus siete naves actuales y catalogado como una de las más brillantes joyas de la arquitectura medieval española.
En un principio constituían el sistema de entrada almohade que
representaba un incremento considerable del número de obstáculos a salvar en
caso de asedio. Su ubicación
en la zona más elevadas del entorno, junto al adelanto de las líneas en la liza
y su trazado desenfilado, cumplía a la perfección los principales directrices
defensivas.
Esto
solución de ingreso a la ciudad fue abandonado con lo edificación de las
Atarazanas cristianas. No así sus estructuras, que continuaron en uso dentro
del recinto hasta finales del siglo XV.
Las Reales Atarazanas son 17 grandes naves de ladrillo, de las que sólo quedan siete, situadas perpendicularmente al río Guadalquivir. Responden al estilo gótico-mudéjar, disponen de largas naves de enormes dimensiones adosadas y cubiertas por bóvedas de arista, apropiadas para la construcción de los mayores barcos de la época. Estas naves se comunican lateralmente a través de gruesos arcos ligeramente apuntados y enfrentados entre sí que arrancan directamente desde el suelo, y que en su conjunto provocan en su interior perspectivas de una insólita belleza.
El
establecimiento de las Pescaderias (1493 - 1760) supuso la racionalización de
esta actividad, al reunir un emplazamiento idóneo (junto al puerto y el Postigo
del Aceite) con unos instalaciones adecuadas. la configuración de las lonjas
era variada; sus dimensiones medias se sitúan en torno a los 25 m2, contando en
todos los casos con vanos de entrada desde la calle interior.
La cronología
de la muralla islámica de Sevilla cuenta con dos hipótesis contrapuestas. Desde
el análisis de las escasas e imprecisas fuentes documentales. unas defienden su
erección en época almohade mientras, los más, se inclinan por la autoría
almorávide.
La
investigación del Postigo del Aceite en el interior de las Atarazanas plantea
nuevas incógnitas. La construcción de la parte inferior a base de sillares
romanos reaprovechados y su diseño original de acceso, están más cercanos a
topologías y métodos constructivos califales que bereberes (almorávides y
almohades) De confirmarse esta teoría (ss. IX y X), habrá que replantearse el
proceso constructivo del sector sur de la ciudad bajo dominio islámico y la
relación existente entre el viejo alcázar califal (actual alcázar) y esta
puerta, posiblemente coetáneos.
El acceso a
lo ciudad desde el Arenal ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de
la historia. Quizá uno de los más significativas fue la almohade, al convertir
la primitiva puerto entre las torres del Postigo en un ingreso en recodo. Este tipo de
entrada será sustituido durante la construcción de las Atarazanos por un
sistema de acceso directo flanqueado por un baluarte abocinado. Finalmente,
tras la última ampliación del edificio, estas estructuras quedarán integradas
en la obra.
Durante el
reinado de los Reyes Católicos las Pescaderías se trasladarán a esta nave del
inmueble. Este hecho supondrá la demolición parcial del antiguo acceso y la
realización de un Mercado estable compuesto por 12 lonjas grandes y 16 pequeñas
que se organizaban en torno a una amplia calla interior. Las
primitivas Atarazanas abarcaban terreros en los que hoy están la iglesia de San
Jorge y el propio Hospital de la Caridad, las filas de casas en restauración
frente al hospital en el Paseo de Colón o el edificio de Hacienda, donde aún se
conservan parte de los pilares de la primitiva fábrica de la cual sobrevivieron
siete naves.
Las obras de mayor impacto sobre el conjunto fueron la construcción del
Hospital de la Caridad y su iglesia en 1641, que afectó a cinco naves, y la
construcción del actual edificio de la Delegación de Hacienda, más
recientemente (1945).
Las naves, hasta nuestros días, se han ido transformando con diferentes
usos. En ellas se han construido barcos, sazonado pescado, han
servido como almacén y aduana, incluso como fábrica y depósito de artillería
para el Ejército. Cada uno de estos cambios suponían una evolución de las
atarazanas, por ejemplo, dos de las naves actuales se construyeron para que el
Ejército pudiera almacenar más carruajes.
Desde 1993 son propiedad de la Junta de
Andalucía, que ha llevado a
cabo excavaciones arqueológicas y completado la catalogación y restauración del
bien (monumento nacional desde 1969), a su vez lo ha cedido para
la celebración de conciertos, exposiciones… y para la visita pública.
En el año 2009 la Junta de Andalucía otorgó la cesión por 75 años de las Reales
Atarazanas a la Fundación La Caixa para la instalación de un “Caixa Forum” que
promoverá todo tipo de actividades de divulgación científica, técnica y
cultural en su sentido más amplio. Para ello la entidad bancaria invertiria 20
millones de euros en la rehabilitación del edificio, que dirigirá el arquitecto
Guillermo Vázquez Consuegra.
Lamentablemente las ultimas noticias no son
favorables al proyecto, parece que se quedaran como estaban y al final no se acometerá.
Cronología:
1134. Edificación de la cerca almorávide. Desconocemos actualmente si
pertenece a este momento la muralla conservada o si se trata de una
reconstrucción almohade sobre trazado almorávide o califal. Las torres del
Postigo podrían corresponder o una puerta califal de acceso frontal por su
tipología y su fábrica a base de cantería romana reaprovechada. con reformas
posteriores. La limpieza de la torre incluida en las Atarazanas ha abierto
nuevas incógnitas acerca del trazado primitivo de la cerca islámica.
1168. Referencias textuales almohades que nos hablan del derribo de las
murallas existentes al lado del río a causa de una fuerte inundación y su
reconstrucción en tiempos de Abu Yacub Vusuf. Por ello la cerca conservada
podría corresponder a este momento.
1164. El cronista lbn Sahib al-Sala cita lo construcción de unos
atarazanas en el espacio comprendido entre las puertas de Bab al-Qatay (de los
naves) y Bab al-kuhl (del alcohol). Tradicionalmente se ha interpretado este
espacio como el comprendido entre los postigos del aceite y del carbón por lo
que existía la hipótesis de que estas Atarazanas fueran las almohades
reformadas por Alfonso X.
La exploración arqueológica no ha encontrado ningún resto asignable a
este primitivo establecimiento Islámico en las siete naves estudiadas.
1220. Edificación de lo Torre del Oro según el cronista Ibn Sahib
al-Sala.
1221. Construcción de la barbacana y transformación de la puerta de
entrada desde el Arenal a la ciudad en un acceso en recodo, flanqueado por el
antemuro y una torre desenfilada. Para ello se cortaron y anularon una serie de
edificaciones almohades que, adosadas a la cara externa de la muralla, nos
confirman la fecha aportada por las fuentes escritas (Rawd al-Qirtas). Con ello
se completa la defensa de la capital del imperio almohade en Al-Andalus con las
más modernas soluciones poliorcéticas debido al avance de las tropas
castellanos hacia el sur.
1248. Toma de Sevilla por Fernando III. Durante el asedio las Atarazanas
almohades son total o parcialmente destruidas.
1252. Gracias a una inscripción conservada conocemos la construcción de
los Reales Atarazanas entre los postigos del Aceite y el Carbón en varias
etapas comprendiendo las actuales Atarazanas, el Hospital de la Caridad y la
Delegación de Hacienda. El recinto amplía su superficie hasta alcanzar 17 naves
que, adosadas a la muralla, integran lo barbacana y la puerta almohade de
acceso a la ciudad. Su realización conllevó la modificación de la primitiva
entrada en recodo en una de franqueo directo abocinado y, finalmente, su
reconversión en un ingreso frontal entre las dos torres del postigo tal como
hoy la conocemos.
1300/1450. Múltiples referencias en textos sobre la fabricación de
barcos y pertrechos en las Atarazanas.
1450. Abandono progresivo de la actividad como atarazana. Acumulación de
limos de inundación en el interior del establecimiento y surgimiento de
basureros (muladares) en el exterior del inmueble.
1493. Licencia de los Reyes Católicos al Concejo de Sevilla para
trasladar a la nave 1 del edificio las pescaderías que se encontraban en la
plaza de San Francisco. Para su realización se recrece la cota interior del
edificio para hacerlo compatible con las cotas de la ciudad y olejarlas de las
crecidas del río. Durante su realización se demuele parcialmente la barbacana y
la puerta almohade integrada en el conjunto.
1502. Los Reyes Católicos mandan vender las galeras y aparejos presentes
en el recinto por su falta de uso. A partir de este momento la construcción de
barcos se lleva a cabo en otras atarazanas del reino.
1503. Constitución de la Casa de Contratación de Sevilla, encaminada a
regular con carácter monopolístico el tráfico mercantil con América y África
occidental.
1550. Primera mención sobre la existencia de almacenes de Artillería en
el edificio de los que se han encontrado restos.
1500/1700. Fragmentación histórica de las primitivas Atarazanas.
Segregación de las cinco naves meridionales para Aduana y Casa del Azogue
(mercurio de Almadén) para su uso en el beneficio de lo plata en los minas
americanas (actual Delegación de Hacienda) edificación del Hospital de la
Caridad sobre las cinco centrales; y compartimentación de las siete
septentrionales en locales de alquiler vinculados a las actividades portuarias
(pescaderías, almacenes y bodegas). Simultáneamente se desarrollan las obras de
acondicionamiento interior: elevación del nivel de uso de las naves y recrecido
de los paramentos.
1718. Sevilla pierde el monopolio comercial con América, acelerándose el
proceso de expansión de la Maestranza de Artilleria.
1760-1783 El edificio tomo relevancia como sede de la Real Maestranza de
Artillería durante el reinado de Carlos I. Tras el desalojo de las pescaderias
de la nave 1 en 1760 la Maestranza ocupará las siete naves comenzando un
intenso periodo de reformas que cambiará la fisonomía del monumento con la
construcción de bóvedas, elevación de segundos pisos, la realización del
Edificio de Cabecera, conservado, etc.).
1800. Aumento de la superficie disponible para almacenes y talleres de
Artillería con lo edificación de una segunda planta en las naves 2, 4 y 6. Esta
necesidad de espacio propiciará la ejecución de una primera arquitectura de
madera en el espacio situado frente al inmueble (actual Teatro de la
Maestranza).
1900. La Maestranza de Artillería funciona a pleno rendimiento,
modernizando sus instalaciones con la introducción de sistemas mecánicos que
amplían la productividad de los talleres de fabricación de armas y accesorios
para las guerras de África.
1970. El edificio deja de utilizarse como sede de la Real Maestranza de
Artillería, albergando usos militares (Caja de Reclutas, Archivos, oficinas
etc,).
1993. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía adquiere las
siete naves septentrionales de las antiguas Atarazanas de Sevilla al Ministerio
de Defensa para su transformación en un edificio de usos culturales. A partir
de esta fecha el espacio de las Atarazanas se ha convertido en sala de
exposiciones y hay un proyecto de un futuro Museo
Fuente: http://www.sevillainformacion.org - http://www.fundacionmuseoatarazanas.org
antoniocamel©2012
antoniocamel©2012
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