El
Patio de Banderas, con forma de antiguo patio de vecinos, está ubicado dentro del entorno de los Reales Alcázares de Sevilla,
se puede considerar plaza por sus dimensiones, ya que tiene una
extensión de 1441 m². Es un lugar de paso permitiendo el acceso tanto a
la Plaza del Triunfo como al Barrio de Santa Cruz
(antes judería), a través del callejón de la Judería, siempre que se
acceda al mismo desde la salida que tiene el Alcázar a través del
apeadero (amplio zaguán utilizado como parada de carruajes y
automóviles) hacia el patio. Está cercado por las altas murallas del
Alcázar.
Su nombre se debe a que cuando llegaba algún rey, honrando su
recibimiento se colocaban banderas en dicho lugar, aunque también puede
ser debido a unas banderas ondeando al viento que en otros tiempos
estaban pintadas al fresco sobre la puerta de acceso existente en la
Plaza del Triunfo.
Durante la estancia de los musulmanes en la ciudad y mientras habitaban la fortaleza, Abderramán III, en el siglo X,
mandó construir este espacio como palacio y comenzó siendo conocido
como la Dar Al-Imara o casa del Príncipe o casa del Gobernador al que se
accedía por otra puerta que en estos momentos se encuentra cegada.
En tiempos de Felipe V,
mientras estuvo en Sevilla, en 1729, mandó organizar el espacio como
armería (como lo indica una lápida conmemorativa), cumpliendo así la
función para la que estaba destinada.
En 1816 fueron instalados bancos y una fuente en el centro, todo
rodeado de árboles, en 1857 los bancos fueron desmantelados quedando
solamente los árboles y la fuente, pasados unos años los árboles fueron
sustituidos por naranjos, hasta el día de hoy que no se ha vuelto a cambiar.
Con motivo de la Exposición Iberoamericana
de Sevilla en 1929, se vuelve a remodelar la parte central, donde se
encontraba una fuente totalmente destruida, se colocó una nueva,
añadiendo albero a su alrededor y haciendo también posible la
circulación de vehículos en su entorno.
También fue picadero de caballos al tener tan cerca el apeadero, hoy puerta de salida del Alcázar.
Desde algunos rincones del patio se puede gozar de preciosas vistas de la parte superior de la Giralda.
La salida a través del callejón de la Judería acaba en el Arco de
Las Cadenas pudiendo llegar a la calle Vida, una de las más famosas del Barrio de Santa Cruz.
En algunas de las casas que lo circundan han vivido algunos personajes célebres como pueden ser la escritora Fernán Caballero y los pintores Joaquín Domínguez Bécquer y Valeriano Bécquer, o la familia Delgado Brackembury, responsable de la remodelación urbana de Sevilla de finales del s. XIX.
El Patio de Banderas tiene Naranjas cuyas flores
de azahar trasminan la mayor parte del año.
Pero ¡Cuidado! pasar la noche por este lugar es afrontar los
misterios del más allá si vais sólo por el callejón que desde el Patio
conduce al Barrio de Santa Cruz.
Pues puedes sentirte acompañado por los pasos de alguien invisible que iba siguiéndote.
No es extraño, pues se dice: que el fantasma del rey D.Pedro pasea todas las noches por este patio exterior del Alcázar.
Nadie le ha visto pero todos le oyen.D.Pedro recorre infructuosamente
una y otra noche ese patio, que da frente a la Catedral, esperando en
vano encontrar la bula del Papa. ¿La Bula?; ¿Qué Bula?.
Por haberse apoderado de bienes de la iglesia, el Papa le excomulgó y, para comunicárselo, envió una Bula de Excomunión.
Pero nadie se atrevía a leerle el documento al rey por temor a su ira.
Un arcediano, aprovechando que el rey paseaba a caballo todas las
mañanas por la orilla del río, se puso en mitad de la corriente en una
barquilla y, desde allí, le leyó la condena.
El rey, furioso, metió el caballo en el agua y estuvo a punto de
alcanzar a la embarcación para dar muerte al clérigo. Ahora, el alma del
rey, en pena, vaga por las noches por el Patio de Banderas, esperando
que pase el arcediano camino a la Catedral, para que lea la Bula y, así,
poder descansar en su tumba.
Fuente: http://es.wikipedia.org - http://www.freewebs.com/lawebdeantonio/
antoniocamel©2012
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