Bajo estas lineas os dejo un trabajo de Álvaro Pastor Torres en el que plasma la navidad en los conventos sevillanos, concretamente en el de Santa Ines y el de Santa Paula.
I. REAL MONASTERIO DE SANTA INÉS
En Sevilla. en el mismo el atrio de Santa Inés, y mientras esperaba a que comenzase la misa del gallo. oí esta tradición a una demandadera del convento. Como era natural. después de oírla aguardé impaciente a que comenzara la ceremonia. ansioso de asistir a un prodigio. Nada menos prodigioso. sin embargo, que el órgano de Santa Inés. ni nada mas vulgar que los insulsos motetes con que nos regaló su organista aquella noche. Al salir de la misa no pude menos que decirle a la demandadera con aire de burla:
- ¿En qué consiste que el órgano de Maese Pérez suene ahora tan mal'?
- ¡Toma –me contestó la vieja-. es que ése no es el suyo!
- ¿No es el suyo'? ¿Pues qué ha sido de él'?
- Se cayó a pedazos de puro viejo hace una porción de años.
- ¿Y el alma del organista?
- No ha vuelto a aparecer desde que colocaron el que ahora le
Así comienza tina de las leyendas más inspiradas de Gustado Adolfo Bécquer: Maese Pérez el Organista'. Sevilla. además de la evocación del paraíso perdido por el joven poeta cuando éste tenía 18 años. va a ser para el autor de las Rimas un ámbito ideal para la leyenda romántica, y la elección de Santa Inés como lugar en el que se desarrolla la acción no va a ser en absoluto casual. ya que allí está muy presente otra leyenda popular de gran arraigo hispalense: doña María Coronel-. En el texto no prima la exactitud histórica. pero la toponimia sevillana sirve de fondo real a una trama en la que no faltan ingredientes puramente legendarios: lo sobrenatural, la muerte, el misterio la música, el arte, lo sacro, el folklore, las referencias históricas. etc...
Este cenobio lo fundó en 1374 la legendaria doña María Fernández Coronel, que preservó ante don Pedro "El Cruel- o "El Justiciero - su Honora en las cocinas del monasterio de Santa Clara. arrojándose aceite hirviendo a la cara. Tras la muerte del rey en la llanura manchega. frente a la fortaleza de la villa de Montiel. y el advenimiento de la dinastía de los Trastamara. recuperó sus casas confiscadas en la colación de San Pedro v allí erigió un monasterio en honor de la virgen Santa Inés.
La tradición franciscana lince que los días previos a Navidad se monten numerosos belenes por muchos rincones del convento. El más notorio. por estar en un lugar abierto al público como es la iglesia. se coloca en el presbiterio. Las imágenes de San José y la Virgen. en madera de cedro talladas y policromadas. para vestir y de altura algo mayor al tamaño académico (c.1.20 ni.). son obras del escultor contemporáneo Darío Fernández Parra. que esculpió primero la del bendito Patriarca (2004). y lince sólo dos (2007) la de la Virgen. En una hornacina del coro bajo. junto a la urnas que custodia el cuerpo incorrupto de doña María Coronel_ se conservad otro nacimiento de similar tamaño al que se coloca en el templo, pero de raíz y Hechura claramente barrocas, si bien las imágenes (San José tallado y la Virgen de vestir) no se ejecutaron ni a la vez ni por el mismo autor.
Pero sin duda las piezas más interesantes relacionadas con la Navidad en Santa Inés son dos pinturas sobre tabla del retablo de la Virgen del Rosario (pequeña imagen de vestir del siglo XVIII). que representan la adoración de los pastores y la Epifanía. Este altar. en la cabecera de la nave de la Epístola, muy reformado en su estructura durante el siglo XIX, cuenta con un conjunto pictórico de 13 tablas realizadas por un anónimo pintor flamenco en el primer cuarto del siglo XVI En el banco aparecen la degollación del Bautista. San Blas. San Pedro. la misa de San Gregorio y San Sebastian, y flanqueando la hornacina acristalada de la Virgen el resto de las pinturas con escenas de la vida de la Virgen.
II. MONASTERIO DE SANTA PAULA
Fundado entre 1473 y 1475 por doña Ana de Santillán (Sevilla. 1424-1489) que bien pronto contó con la inestimable ayuda de doña Isabel Enríquez. bisnieta de Enrique III de Castilla y marquesa viuda de Montemor-o-Novo (al castellanízarse. Montemayor). Las primeras 14 religiosas tomaron el hábito jerónimo el 8 de junio de 1475 de manos del prior del monasterio hispalense de San Jerónimo de Buenavista. El cenobio atesora tanto en la iglesia como en la clausura una gran cantidad de obras de arte de primer nivél y fue pionero -como en tantas otras cosas- en la apertura de un museo conventual, gracias al empeño y a la clarividencia de la Madre Sor Cristina de la Cruz (Zarauz. Guipúzcoa, 1902-Sevilla. 1984). Santa Paula ha tenido vida contemplativa de forma ininterrumpida desde entonces.
Mantener por titular a Santa Paula Romana, la Navidad siempre tiene un lugar destacado en la vicia de la comunidad. Hemos de recordar que Santa Paula (Roma. 347- Belén. 404) pasó una etapa muy importante de su vida en Tierra Santa. Ya viuda. y fascinada por la espiritualidad oriental de Jerónimo de Calcis (San Jerónimo), decidió dejar la vida monástica que llevaba en Roma y marchar a los Santos Lugares. Tras viajar por esa zona se estableció en Belén, donde fundó un monasterio. Murió a los 56 años y fue enterrada en la basílica de la Natividad. Por ello no es de extrañar que en la puerta del sancta sanctorum de la iglesia, el sagrario, esté representado el tema de la adoración de Santa Paula al Niño Jesús en el pesebre, que viene a ser como una metáfora del nacimiento de la Orden Jerónima en Belén.
Una de las piezas más admiradas del museo conventual es un peculiar, barroco y abigarrado nacimiento del siglo XVIII con cientos de figuras repartidas en muchas escenas. tanto religiosas como profanas: desde la expulsión del paraíso a la matanza de los inocentes. pasando por un coro de angeles músicos y cantores que sostienen en sus manos cartelas con el texto completo del Gloria. la Anunciación, la Visitación, etc. Se conserva en una gran hornacina del coro alto. Algunas piezas están firmadas por Fernando de Santiago.
Sin salir de esa estancia hoy museística y antaño contemplativa, encontramos a "Manolito'', el Niño ''oficial'' del monasterio. Como es normal en cualquier cenobio hay decenas de imágenes que representan a Jesús niño. pero ninguna concita las atenciones y mimos de esta pequeña efigie de barro y tela encolada, aunque generalmente vestido. que recostado parece bendecir. Está atribuido a Cristóbal Ramos. Es la escultura que adora la Comunidad durante los días de Navidad. y en este tiempo permanece en el coro bajo. ocupando un lugar de preferencia justo delante del banco prioral. Según una antigua costumbre llegó al monasterio tras ser depositado por un anónimo donante en el torno. Para el besapies de los fieles. en la iglesia. se utiliza uno seriado de Olot que fue remado a Sor María Bernarda. y que durante muchos años estuvo prestado a la comunidad jerónima masculina de San Isidoro del Campo.
En la ielesia del monasterio se monta cada año un belén con figuras de tamaño aleo menor al natural. La Virgen y San José. que están arrodillados. son de tela encolada y estofada, fechables a finales del XVIII o principios del XIX. El Nilo que se les coloca es moderno y seriado. En ocasiones se le pone como pequeño pastor el Niño Jesús de la Divina Pastora que preside la sala capitular. Durante mucho tiempo las piezas principales de este misterio se prestaron a los Hermanos de San Juan de Dios para su nacimiento del Hospital de la Misericordia.
Es tradición que cada religiosa coloque su propio misterio en su celda. Hay por tanto muy variadas representaciones del tema. Entre todos ellos destaca. por su calidad y por los recuerdos que tiene. el nacimiento de la Virgen y San José arrodillados, el Niño en una cuna con respaldo de numerosas cabezas angelicales, la burra y el buey. de unos 20 cm. de altura) que modeló en barro. coció y después policromó el afamado escultor e imaginero Sebastián Santos Rojas''. Perteneció a la Madre Cristina y fue ejecutado a mediados del siglo XX. De este mismo artista se conservan en el cenobio dos pequeños Niños Jesús. uno en madera que fue de la M. Asunción, y otro de terracota que tras tenerlo M. Aurora ahora lo conserva Sor Remedios de la Rosa.
De las representaciones pictóricas de tema navideño que hay en Santa Paula hemos de citar: tul extraordinario v monumental. lienzo tenebrista con la adoración de los pastores que preside un testero de la sala principal del museo (llamada de San Isidoro y que antes fue el primitivo templo del convento).
atribuido sucesivamente a José de Ribera y a Juan Do. discípulo de -El XVII con
Españoleto'' en Nápoles una pintura flamenca sobre cobre del siglo XVII
la adoración de los pastores. en la misma sala que el anterior. y dos lienzos (que cuelgan del claustro principal: la adoración de los pastores y la Epifanía. Son obras de factura bastante popular fecharles a finales del siglo XVIII.
Es tradición secular en Santa Paula colocar un bello y antiguo cantoral en el facistol el día de la Expectación de Nuestra Señora. el 18 de diciembre. para cantar las antífonas de la O. Antiguamente. antes de la renovación liturgica. durante la llora prima del día de Navidad se cantaba en polifonía la calenda En ese mismo facistol reposa habitualmente un bellísimo relieve de la Virgen de Belén.
Larga y fecunda es la tradición repostera en este monasterio. Cuando se acerca la Navidad su compás pequeño se llena de personas que buscan aprovisionarse de carne membrillo ,. sobre todo. de sus famosas mermeladas. Como en tantas cosas este cenobio fue adelantado en la elaboración v distribución de sus dulces.
Ya en 1955 comenzaron a vender las mermeladas, si bien se tiene constancia documental que a mediados del siglo XVII ya se despachaban por el torno los dulces: "La señora doña Luisa de Solís. abadesa este año de 1650. con el deseo de los aumentos de la comunidad. arbitró que se hiciesen dulces para el socorro de las depositarias. y puso a María de Cabrera, doncella eminente. que la comunidad le diese ración y estuviese en el ejercicio de este granjeo, que se ha logrado bien. vendiéndolos en puerta y torio con la decencia que se debe, ahorrando muchos maravedies a caja''.
La variedad de la lista de mermeladas se ha ido incrementando notablemente y ha sido objeto de un estudio monografico . A las primigenias de naranja amarga (receta inglesa). limón. albaricoque. ciruela, fresa, melocotón, higo. manzana. tomate o pera. se le fueron añadiendo con el tiempo crema de castaña y de batata. mermeladas de mora. kiwi. frambuesa. manzana con menta. pomelo o zanahoria: gelatinas de azahar. rosas. jazmín, frambuesas, ciruelas rojas. guayaba o pifia y naranja: el dulce de cidra o de pimiento y la confitura de melón.
lista de especialidades en Santa Paula no es grande. Bien famosos son también los tocinos de cielo. Hasta no hace mucho los hacía Sor María Magdalena: ahora es Sor Marta la que se encarga de ellos. se venden por docenas y medias docenas. Últimamente se hacen para Navidad alfajores mozárabes. con lusa antigua receta de Olvera aportada por Sor Remedios. Es sin duda dulce de tradición árabe, donde se mezclan azúcar. especias. nueces. almendra y otros ingredientes. También el año pasado comenzaron a elaborar y comercializar un magnífico turrón a la piedra en sus correspondientes cajas de madera. Tienen publicado un par de recetarios. deliciosos y poco difundidos. donde encontramos muchas fórmulas de repostería.
Todas estas delicias se venden en la portería. que es atendida por las hermanas jerónimas "externas'' (que no tienen voto de clausura). En cambio en el antiguo torno conventual se pueden adquirir productos típicamente navideños de los monasterios de jerónimas de Nuestra Señora de los Ángeles de Constantina y de Santa María de la Asunción de Morón de la Frontera. En este caso la lista sí es extensa y va desde los panes de Cádiz y turrones de diverso tipo (15 especialidades) hasta variados chocolates. pasando por figuritas de mazapán, yemas. almendras garrapiñadas. marrón glacé. tartas de almendra. pan de higo. kirschetas bolas de coco o polvorones especiales.
antoniocamel©2011
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