¿Pero participaron iniciados en la construcción de la Catedral?
En la construcción y decoración de la catedral participó un curioso personaje del que poco se sabe, Lorenzo Mercadante de Bretaña. Miembro de sociedades masónicas y conocedor de los lenguajes ocultos del arte que ya había trabajado en otras ciudades europeas. Mercadante llega a Sevilla por petición expresa de quien estaba al frente de la diócesis de Sevilla en esa época, el cardenal Don Juan Cervantes natural de Aracena, uno de los enclaves templarios de mayor peso en Andalucía. Por tanto, sí hubo una posible influencia de sociedades secretas en la construcción de la catedral de Sevilla.
Primera curiosidad: el número de puertas. La catedral tiene 7 puertas principales y dos secundarias. No contamos las puertas que dan acceso al Patio de los Naranjos por no ser de acceso al recinto catedralicio en sí sino que en realidad son de acceso al antiguo patio de abluciones musulmán.
1.- San Cristóbal (Puerta del Príncipe)
2.- Concepción.
3.- Nacimiento o San Miguel.
4.- Epifanía o Puerta de los Palos.
5.- Puerta del Bautismo
6.- Puerta de la entrada en Jerusalén o Puerta de Campanillas
7.- Puerta de la Ascensión
En la cábala, el número siete es uno de los números sagrados ¿casualidad que la catedral de Sevilla tenga siete puertas?
Si a las principales le sumamos las dos secundarias (del Lagarto y la del Sagrario) sumamos nueve (9). El nueve en cabalística significa obra terminada, culminación de algo, por algo es el último número de la primera decena (0-9)
Ahora veamos EL CONTENIDO DE ALGUNAS DE LAS PUERTAS, nos detenemos a mirar tímpano y jambas.
Puerta del Nacimiento o puerta de San Miguel
¿Dónde está el atributo de San José (cayado florecido)?. Una posible interpretación, podría ser que en realidad, el tímpano nos narra en síntesis el proceso alquímico. El proceso por el cual se obtiene el oro pero también la Sabiduría a través del maestro Jesús del que hay que recoger la esencia, de ahí la persona que aparece tras José con un recipiente quizás no venga a dar sino a recoger.
La puerta de los Palos llamada así porque era donde se almacenaba las maderas empleadas en la reconstrucción de la catedral o puerta de la Epifanía. Los tres magos son las tres religiones que convergen en una misma verdad que es el AMOR. A simple vista son los Reyes Magos adorando al niño dios, hasta ahí todo normal pero ¿qué la pasa a Baltasar? ¿Por qué se resiste a ofrecer lo que lleva en sus manos? Si nos fijamos bien el gesto no es precisamente de oferente. ¿Acaso es portador de un elemento indispensable para la Gran Obra pero que sólo ante el niño dios está dispuesto a liberarlo?
El resto de las puertas no contienen ningún contenido esotérico digno de destacar. La razón es que todas son posteriores al siglo XVI cuando el Cardenal Juan de Cervantes muere y deja sin protección a su escultor hermético Mercante de Bretaña.
EL PENTAGRAMA DE LA CATEDRAL
La estrella de cinco puntas es uno de los símbolos con mayor contenido esotérico. Une los cuatro elementos naturales con una quinta punta símbolo del espíritu. Dentro de la catedral de Sevilla y siguiendo un criterio razonable se puede trazar un pentagrama perfecto tomando como referente las puertas de la catedral.
El itinerario con las puertas como protagonistas supondría un auténtico mapa del camino a recorrer para que le persona evolucione hacia la sabiduría con mayúscula. Este itinerario nos obliga a pasar por el centro mismo de la Catedral, el Altar Mayor y concretamente al pie del Cristo del Millón del siglo XIII que lo corona. Es el sancta sanctorum de la catedral. Iniciamos el recorrido en la puerta de san Cristóbal. Venimos de la luz, Cristóbal trae la luz del Mundo Superior sobre su hombro y nos dirigimos a la puerta de la Concepción donde adquiriremos nuestro cuerpo físico. De la Concepción al Nacimiento, después de nacer miramos hacia arriba. Gracias al conocimiento que traemos de nuestro origen “luminoso”, buscamos algo superior, nos elevamos sobre lo grosero y lo mundano.
Si desde la Giralda alguien nos mirara por un techo transparente descubriría un perfecto Pentagrama (con la punta central hacia arriba) sobre la planta de la Catedral. Posiblemente no hayamos estado atentos pero durante este paseo, hemos dejado atrás 18 columnas (1+ 8 = 9), ciclo terminado. “Fin y comienzo del laborar de todo aquel iniciado que sepa serlo”.
Fuente: http://interesantemix.blogspot.com.es
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