Cuando “El Reino de Sevilla” se extendía aproximadamente
por el territorio de las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz y la depresión de Antequera y algunos municipios de Badajoz, se podía decir que Sevilla tenia playa. Pero a partir de la división territorial en
1833, la cosa cambia.
No obstante, desde los años 20 hasta los 50, Sevilla tuvo
una playa muy particular, situada en la punta del Verde, donde hoy se
encuentran los pilares del Puente del V Centenario.
Eran dos, una a cada orilla del rio, con tierra arenosa,
y llena de socavones, donde su peligrosidad hizo que hubiera numerosos
ahogamientos, cada domingo o día de fiesta.
No obstante,
para muchos sevillanos era el único motivo de distracción de una España que
atravesó por duros momentos, y acudían con sus canastos, a poder refrescarse un
poco, en esos días de verano tan duros de calor.
Su nombre se
debe a una mujer de carácter un poco agrio, que regentaba un ventorrillo, cerca
del rio, que funcionaba como casa de prostitutas, y era más conocida como “Maria
Trifurca”, (en andaluz), de “Trifulca” (pelea, reyerta, etc.), debido a ese
carácter.
Pero la playa empezó a ser un lugar no muy aconsejable
para ir, primero por el ambiente de prostitución, en chozas o ventas cercanas,
donde heterosexuales y homosexuales tenían sus encuentros y luego por el
peligro de ahogamientos.
En 1941, hubo una gran
catástrofe, cuando el día 23 de julio hizo explosión uno de los polvorines que
en la zona Norte del cortijo del Batán tenía instalado el Regimiento de
Artillería., hubo numerosos heridos y varios muertos.
Esta playa desapareció en la era
desarrollista del siglo XX por las obras hidráulicas realizadas para contener
las riadas, la presión urbanística y la contaminación.
Un articulo de Maribel Martín para SMYL©2014
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