No solo podréis leer la historia, también ver el capitulo del programa de una television local, voces del misterio, donde Garcia Bautista explica la historia con todo detalles.
Espero que disfrutéis de esta extraña historia, una de tantas que se suceden en esta misteriosa ciudad...
Recuerdo con nostalgia aquella época de mi vida en la que ,apenas sin preocupaciones, transcurría en los patios del complejo educativo de los Salesianos de la Trinidad de Sevilla en plena Ronda de Capuchinos. Recuerdos de una adolescencia entre los campos de deportes y la afición del padre Rafael Mata S.S. o las enseñanzas de D. Enrique Baena que ,sin querer, me empujó a este mundillo de los fenómenos paranormales con sus charlas sobre la Sábana Santa..., recuerdos de una adolescencia cargada de reminiscencias paranormales y que iban conformando esta espiral mágica en la que se involucra el ser humano cuando comienza a investigar todo aquello que se escapa a su raciocinio... El lugar para todo ello era inmejorable: un colegio salesiano, con una tremenda estructura, un magnífico patio balaustrado que tanto recordaba a los claustros monastéricos, un extraño y oscuro lugar con un no menos y enigmático letrero que decía :”SAGRADAS CÁRCELES” y mucha historia...demasiada...
En una ciudad donde es imposible dar un paso sin recordar su pasado romano, musulmán e incluso tartésico se iban a dar las circunstancias precisas para que estos investigadores ,una vez más, se pregunten si en verdad no formamos parte de un “plan” en el que todo está y se relaciona... algo más allá del fenómeno paranormal, a lomos de la leyenda y de la realidad...a lomos de lo arqueológico y lo paranormal.
Se hablaba mucho de extraños sucesos que acontecían en el concesionario de un conocido fabricante de automóviles nacional justo en la perpendicular al colegio, en plena Carretera de Carmona de Sevilla. El lugar ciertamente sombrío inundaba de misterios la mente de todo aquel que se acercaba a su historia, una gran superficie que hacía las veces de almacén y taller así como de concesionario de esta marca de vehículos...,y sorprendía ver por las noches la solitaria presencia del perro guardián entre dormido e inquieto, entre somnoliente y temeroso...pero ¿de qué?
Inquietantes sonidos, gemidos de niño, extraños golpes, misteriosas formas etéreas que se paseaban por el lugar y desaparecían sin dejar rastro en un lugar indeterminados, movimiento y desapariciones de objetos...todo ello nos contaban los diferentes testigos y trabajadores de la antigua sede de “Saldauto” en Sevilla. Francisco P. estuvo algunas noches en el lugar , de vigilancia, y nos daba fe de lo que vivió: “no se bien lo que habrá o hubo allí pero algo raro pasaba... Era muy extraño, se sentía llorar a un niño y había unos ruidos extraños, como si alguien correteara por el interior, claro que en una planta tan grande cualquier ruido se amplifica pero una noche vi claramente a un niño allí delante de mi...parecía normal, humano, pero allí no podía haber nadie, estábamos solos y sin embargo estaba allí, me apresuré a buscarlo pero no había nadie... Nos siseaban, había susurros, las luces se encendían y apagaban por las buenas...todo era muy extraño, no me da vergüenza decirlo: me daba miedo pasar las noches allí”. Por circunstancias o por el azar de la vida todos se apresuraron en argumentar a todo esto que se trataba únicamente de una leyenda urbana más de esta ciudad con tanta historia como misterios, pero lo cierto es que eran muchos los testimonios recogidos por estos investigadores que hablaban de esos mismos aparecidos, seres espectrales o fantasmas que se aparecían en este lugar.
Hace aproximadamente un año que este edificio fue demolido quedando un solar de grandes dimensiones desde el cual sólo se divisa el santuario de María Auxiliadora de Sevilla, un solar medianero con la iglesia de mi antiguo y añorado colegio de la Santísima Trinidad, un inmenso solar que comenzaría a dar sorpresas a los arqueólogos y a estos investigadores.
Y justamente la historia comienza a derivarnos por los entresijos de la Historia casi perdida de la vieja Híspalis, en este lugar y sin quererlo nos vemos trasladados a tiempos pretéritos, como tele- transportados en el espacio y en el tiempo entroncando con aquel Tiempo en el que los calabozos romanos estuvieron en los subterráneos de esta Iglesia, unos calabozos donde las tropas romanas hacían sufrir y torturaban a todo aquel elemento subversivo hacia el Imperio Romano o a los perseguidos sectarios del cristianismo... Y es en ellos donde tiene lugar la “leyenda” de Santa Justa y Rufina patronas de los alfareros de Triana. Se cuenta de estas dos santas sevillanas nacidas por los año 268 y 270, que eran dos hermanas virtuosas ,de clase acomodada y cristianas. Montaron un negocio de alfarería en la Puerta de Triana y con ello se ganaban la vida. Se dedicaban también a la noble acción de cristianizar paganos y enseñar la fe al punto de convertir su lugar de trabajo en un “templo” de socorro y consuelo a los perseguidos.
A primeros de Junio se celebraba en Sevilla la fiesta a la diosa romana Salambona, en la cercana localidad de Sanlúcar la Mayor donde se encontraba su templo. La diosa construida de barro cocido era hueca y estaba sujeta por dentro a un armazón de hierro que para hacer llorar a la imagen le ponían plomo por dentro de los ojos, y acercándole fuego al plomo se derretía saliendo al exterior por unos orificios en los ojos en forma de gruesas lágrimas. Mientras duraba esta ceremonia todo el público la acompañaba con grandes chillidos y lamentos fingidos así como gritos de pábulo y horror...imagen que tanto nos recordaría hoy a las imágenes sangrantes tan relacionadas con ese fenómenos paranormal que llamamos milagros...
Fuente: http://www.desconocido.net
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